Es lamentable que el senador Julio Cobos no se haya asesorado antes de expresar públicamente sus pobres opiniones acerca de situación actual del sistema universitario y evitarse caer en el ridículo.
Es desfachatado, a su vez, que habiendo sido parte de la gestión macrista, cuyos funcionarios desfinanciaron el sistema educativo, deterioraron gravemente la capacidad adquisitiva de los salarios mediante la devaluación, y denostaron públicamente a la universidad pública, Cobos se atreva ahora a dar consejos.
Se trata de que ayer, a través de Twitter, el senador -integrante de la comisión de Educación-, instó al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y a las autoridades del Ministerio de Educación a que “tomen nota sobre lo que está sucediendo en las universidades. No hay uniformidad en los criterios pedagógicos, de evaluación y acreditación aplicados durante la pandemia”.
El desatino es tan grande que sus dichos, para los que sí formamos parte del sistema de educación universitario público nacional, muestran un desconocimiento meridiano.
No solo omite el principio de autonomía universitaria, que implica que la uniformidad de criterios pedagógicos y de evaluación no es una categoría aplicable al sistema universitario, sino que desconoce el enorme esfuerzo que vienen llevando adelante las universidades y sus docentes para adecuar, en tiempo récord, sus cursadas a la virtualidad, en un contexto muy complicado.
Cada universidad, a lo largo y a lo ancho del país, se enfrenta a realidades particulares. Las materias, en las diferentes facultades de cada universidad, presentan características que implican tomar decisiones que no siempre admiten homogeneidad.
Así, algunas cursadas requieren y -o requerirán luego- exámenes presenciales para su acreditación, para lo cual se generaron calendarios académicos que posponen hasta el año próximo las evaluaciones finales, mientras que otras sí están en condiciones de evaluar de modo no presencial a través de entornos virtuales.
En fin, pareciera que son innumerables las cuestiones que habría que explicarle al senador.
Desde la FEDUN llamamos a la cordura y recomendamos al senador informarse antes de opinar, haciendo extensiva nuestra sugerencia a todos los que durante otras gestiones de gobierno guardaron silencio ante el deterioro deliberado de la universidad pública.