Nuestra conocida diputada Carrió volvió a atacarnos con otra de sus habituales aberraciones discursivas, afirmando que las Universidades Nacionales malversan fondos públicos.
No se trata de un hecho aislado, sino de otra campaña que busca estigmatizar a la Universidad Pública bajo la falaz premisa de que, por ser Pública, malversa fondos.
La idea de que lo Público no es eficiente, ni eficaz y que esconde en su accionar fines inconfesables, se nos presenta desde hace un tiempo a esta parte por un importante número de funcionarios del Gobierno que, de distintas maneras, buscan operar sobre el sentido común de la gente, naturalizando posiciones políticas, para obtener ventajas circunstanciales. Este es un procedimiento similar a las maniobras que se realizaron para hacer pasar el Fallo de la Corte pro-genocida, conocido como 2×1, como un acto institucional en sintonía con el respeto por la república y su división de poderes, y no como una decisión del Gobierno Nacional de modificar su política de estado en relación a los DDHH.
Esta vez los dichos de Carrió recayeron sobre la Universidad Nacional Arturo Jauretche, acusando de desviar fondos públicos, sin antes tomarse la molestia de revisar meramente si algo de lo que denuncia tiene algún viso de realidad. No busca la verdad con su pronunciamiento, sino que intenta generar un impacto mediático con sus dichos que, multiplicados por los medios hegemónicos, terminen instalando en la sociedad un estado de malestar frente a la Universidad Pública en pleno conflicto paritario.
Lo mismo intentó la diputada cuando se pronunció sobre el Fallo anteriormente nombrado, intentando dividir más a nuestro pueblo en pos de una estrategia electoral. Nos solidarizamos con nuestros compañeros de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, quienes emitieron una declaración rebatiendo puntualmente cada una de estas falsas acusaciones y repudiamos estos métodos persecutorios porque entendemos degradan el sentido de la política como herramienta de transformación de la sociedad.