Luego de muchos años de luchas y reclamos sindicales hemos logrado acordar el primer Convenio Colectivo de Trabajo para los Docentes Universitarios. El mismo es el corolario de una década que permitió que lográramos, año tras año, un mejoramiento salarial en paritarias con un incremento total del 1.300 por ciento; la jubilación del 82 por ciento móvil, el plus por formación por títulos de especialización, maestría y doctorado; a eliminación de los pagos en negro y otras importantes conquistas para los trabajadores docentes universitarios.
La firma del Convenio Colectivo constituye un hecho histórico dado que durante años los docentes universitarios fuimos uno de los pocos sectores de trabajadores sin convenio colectivo. De esta manera se fija un piso de derechos para los 150 mil docentes de todas las Universidades Públicas y unifica las condiciones laborales en todo el país.
Durante la década neoliberal de los noventa las luchas gremiales no permitieron que, en la educación superior, los salarios sean descentralizados, como si sucedió en los otros niveles educativos. Sin embargo se generó una mayor heterogeneidad en las condiciones laborales: para un mismo cargo docente existen diferentes cargas horarias y obligaciones laborales.
El convenio colectivo de trabajo viene a fijar un piso mínimo de derechos para todos los docentes universitarios:
• Un régimen de licencias de avanzada: incluye entre otras, licencias por matrimonio igualitario y de 180 días por maternidad.
• Un capítulo específico para mejorar las condiciones de medio ambiente de trabajo. La Institución Universitaria tendrá la obligación de asegurar al personal docente el ambiente y las condiciones de trabajo adecuadas, promoviendo la accesibilidad, en un todo de acuerdo con las leyes nacionales a fin de que pueda cumplir su labor con eficiencia y sin riesgo para su salud y su vida.
• La constitución de una Comisión de Condiciones y Ambiente de Trabajo, compuesta por representantes del sector empleador y del sector gremial.
• La eliminación de todo tipo de discriminaciones por género, raza, etc.
• La mejora en los adicionales por título de posgrado (5% especialización, 12,5% maestría y 20% doctorado).
• La creación del programa de jerarquización de la labor docente por el cual se incrementa el salario en un 25 % para todas las categorías y dedicaciones docentes.
• La recomposición del nomenclador salarial.
Un párrafo aparte merece la implementación de la carrera docente. Ante el alto grado de heterogeneidad en las designaciones y funciones que deben cumplir los docentes en todas las Universidades Públicas, el Convenio Colectivo busca que la carrera docente se unifique construyendo un sistema mixto de estabilidad laboral y de mérito a través de concursos. El ingreso a la carrera docente será por concurso público y abierto de antecedentes y oposición con jurados integrados por pares ordinarios o regulares de las Instituciones Nacionales Universitarias de categoría no inferior al cargo concursado. La permanencia en el cargo será mediante la rendición de informes periódicos: y los ascensos, por concursos.
A partir de la entrada en vigencia del convenio se terminará con una de las mayores injusticias del sistema universitario, la de miles de docentes que desde años se encuentran en calidad de interinos, en un estado de precariedad laboral absoluta. Los mismos accederán a un sistema especial de pase a la carrera docente que contemplará, principalmente, a quienes tienen más de 5 años de antigüedad y que no pudieron tener su cargo regularizado por concurso debido a falencias de las Universidades. Por último el convenio viene a terminar con este viejo mito de la docencia como un sacerdocio.
Somos trabajadores y estamos orgullosos de ser Trabajadores Docentes Universitarios.
Daniel Ricci
Secretario General FEDUN
Federación de Docentes de las Universidades