El pasado sábado 4 de noviembre la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) participó de la Marcha del orgullo LGBTQI+, que se realizó en la ciudad de Buenos Aires, y que se ha convertido en un clásico momento de encuentro y celebración, pero sobre todo de expresión de lucha y de posicionamiento político.
Este año la jornada estuvo atravesada por la coyuntura política definida por el próximo balotaje presidencial del 19 de noviembre. En este contexto, vuelven, lamentablemente, a ponerse en debate cuestiones básicas que ya estaban saldadas en nuestro país como la igualdad de género, los derechos de las diversidades, matrimonio igualitario y -entre tantos otros-, el derecho a la identidad. El repudio y el hastío ante esta realidad oscura que se avecina se transformaron en demandas unificadas en el objetivo de contrarrestar el retroceso que significaría un gobierno de Javier Milei.
A diferencia de otras marchas en que las posiciones político-partidarias no eran homogéneas y había una mirada con diferentes inclinaciones, la posibilidad concreta de la pérdida de derechos hizo que masivamente los grupos de los distintos colectivos se expresaran fuertemente con consignas en apoyo a la candidatura de Sergio Massa.
Como siempre, la marcha trajo consigo muchas acciones performativas de marcada presencia visual que llamaban la atención de cualquiera de las personas que marchábamos. Música y fiesta porque, en definitiva, a pesar de todo lo relatado previamente, la Marcha del orgullo tiene como eje (y lo ha tenido históricamente), la necesidad de expresarse libre y orgullosamente feliz de tomar las decisiones que uno desea, cuando desea y como lo desea.
En definitiva, ese es el mensaje que pudo transmitir una vez más, como cada año lo hace, esta Marcha: recordarnos que la libertad y nuestros derechos no se negocian.