No termina de entenderse la decisión del gobierno nacional liderado por el presidente Macri, de tomar deuda en semejantes condiciones.
Una deuda a cien años implica condicionar por lo menos a cinco generaciones de argentinos. Y ni que hablar de la tasa cercana al 8%, en dólares. Una enormidad. ¿Y para qué? ¿Para gastos corrientes? ¿Y sin pasar por el Congreso Nacional?
Hasta el Financial Times, think tank del neoliberalismo british, y hasta donde sabemos, todavía no sumado al movimiento cristinista de Unidad Ciudadana, editorializó esta medida, tras realizar una encuesta a nivel mundial, para señalar qué acciones económicas llevadas adelante por todos los gobiernos del planeta, son consideradas como las más locas o bizarras. El lanzamiento de este bono en tales condiciones ruinosas para quien lo emite, le ganó por varios cuerpos a otras medidas desastrosas que son tomadas por gobiernos que están hundiendo a sus respectivos países, como el actual gobierno de Grecia.
Es verdad que estamos destacándonos en el mundo, pero lamentablemente bastante lejos de la aspiración de volvernos un país en serio. Seguramente que éste no es el camino. ¡Ups! ¡Mala mía!
