Con la participación de 96 congresales, y la presencia de compañeros de las organizaciones de educadores latinoamericanos, se realizó hoy, 18 de diciembre de 2019, el Congreso de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN). En esta ocasión, debatieron un amplio temario en el que analizaron la situación universitaria, balance de la situación política a poco de asumir el nuevo Gobierno encabezado por el compañero Alberto Fernández.
Habiéndose tratado todos los puntos, los congresales de la FEDUN, de manera consensuada,
DECLARAN:
Que en reiteradas oportunidades a lo largo de los cuatro años de la gestión de la alianza Cambiemos los funcionarios de gobierno denostaron en sus declaraciones al sistema de educación pública. Desde la exgobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal hasta el mismísimo expresidente Mauricio Macri. Para ilustrarlo, basta recordar aquella desafortunada apreciación de Macri acerca de la escuela pública como el lugar en que muchos tienen la desgracia de “caer”, o su consideraciones de que la universidad pública es un “privilegio” en vez de un derecho, y de que “sobran” universidades.
Hoy resulta claro que ni siquiera desde lo discursivo el macrismo pareció preocuparse por ocultar el desprecio hacia el sistema público de educación. Y en los hechos concretos, en términos de gestión, la situación fue determinante: hubo un intento de debilitar la estructura universitaria pública y de mercantilizar la educación, a base de desfinanciamiento y de precarización de las condiciones laborales de los docentes. El salario perdió 20% frente a la inflación y el presupuesto universitario aún, más a lo que se le sumaron seis meses de atraso en el envío de las partidas de los gastos de funcionamiento de las universidades.
Acaso la situación más resonante, por sus alcances e implicancias, haya sido la anulación de la paritaria nacional docente y su derivación en el largo conflicto por los salarios que los maestros y profesores de educación media se vieron obligados a mantener con la exgobernadora Vidal. A nivel infraestructura, el deterioro llegó a niveles alarmantes. No nos olvidamos de Sandra y Rubén, muertos en 2018 en una escuela de Moreno por la desidia del gobierno.
Con respecto al ámbito universitario, que aquí nos convoca, la exgobernadora estuvo en el centro de la escena cuando declaró, en un intento vano por cubrir de dudas los efectos virtuosos que las universidades del conurbano -creadas durante el kirchnerismo- tienen para la comunidad, que “los pobres no llegan a la universidad”.
Tal aberración solo sirvió, más bien, para pintar de cuerpo entero al macrismo y sus preferencias por una sociedad de élites, y su profundo desconocimiento de la movilidad social ascendente que provocan las universidades, reflejado en las crecientes primeras generaciones de universitarios en familias de trabajadores.
Durante estos años, el atraso salarial más la erosión inflacionaria y los tarifazos en los servicios se mezclaron en un cóctel imposible de digerir para el sistema universitario. Así las cosas, fue el esfuerzo de toda la comunidad universitaria que nos manifestamos, luchamos y nos mantuvimos alerta ante incumplimientos presupuestarios, la paralización de las obras de infraestructura, y ante las dilaciones en los aumentos salariales.
Las multitudinarias marchas universitarias ocurridas en 2017 y 2018, demostraron con claridad que los docentes universitarios no claudicaremos en la defensa del proceso de democratización de la educación superior que, desde la Reforma de 1918, pasado por la gratuidad estatuida durante el gobierno de Juan Domingo Perón, hizo del sistema público universitario argentino, gratuito, inclusivo y de calidad, un faro para toda América Latina.
Cabe recordar un fragmento de la declaración de la reciente Conferencia Regional de Educación Superior (CRES2018) que sostiene “el postulado de la Educación Superior como un bien público social, un derecho humano y universal y un deber de los Estados. Estos principios se fundan en la convicción profunda de que el acceso, uso y democratización del conocimiento es un bien social, colectivo y estratégico esencial para poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles para el buen vivir de nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación social”.
Por todo esto, desde la FEDUN, estamos seguros que el nuevo gobierno, encabezado por Alberto Fernández, que es graduado de la universidad pública, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, afiliado a Aduba -gremio de base de la FEDUN-, pondrá otra vez a la Argentina en el camino del desarrollo, soberanía y la justicia social. Y para ello, la inversión en la educación universitaria y en las áreas de ciencia y técnica son pilares fundamental.
No queremos dejar de mencionar, por creelo un gesto simbólicamente valioso, el hecho de que Alberto Fernández, siendo presidente en funciones, fue a tomar exámenes finales a la Facultad de Derecho de la UBA. Consideramos que fue un gran ejemplo es pos de honrar la educación pública, así como del orgullo que el presidente siente por la Universidad Pública.
Celebramos, además, la creación del Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad, y otros ministerios, así como la restitución de las carteras de Trabajo, Salud, Cultura, y Ciencia y Técnica a rango ministerial, que pone de manifiesto las prioridades y el rumbo trazado por este nuevo gobierno nacional y popular.
Durante los cuatro años de gobierno macrista las negociaciones paritarias fueron discusiones a la baja, y las actualizaciones en los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) se vieron imposibilitadas. Pero ahora, de la mano de un nuevo gobierno, hallamos necesario ampliar los derechos de los docentes universitarios, mejorando el CCT en varios de sus puntos, entre los cuales se cuentan cuestiones vinculadas a la problemática de género, con el fin de garantizar la no discriminación por identidad de género u orientación sexual, y los derechos de la comunidad LGTBIQ. Sumamos a esto aquellas normativas que tiendan a la eliminación de la violencia laboral lo cual, si bien ya ha sido incorporado en normativas locales, debe ser incluido en el CCT Nacional.
La profunda crisis económica del macrismo no fue ajena al sistema de salud de nuestro país, dentro del que se encuentra el estado actual de las obras sociales universitarias que se vieron desfinanciadas, con ingresos que se deterioraron -de la mano de la caída de los salarios-, y con gastos que crecían vertiginosamente al ritmo de la inflación, con el agravante de que gran parte de las prestaciones en salud están dolarizadas. Entendemos que es necesario trabajar y accionar para revertir este deterioro, de la mano de una política de recuperación de la salud para todos los argentinos. La iniciativa del flamante gobierno de bajar un 8% el precio de los medicamentos, impulsada por el ministro de Salud Ginés González García, reconocido sanitarista que hace pocos días fue reconocido por el doctorado honoris causa por la Universidad de Buenos Aires, debe ser celebrada y replicada.
También expresamos nuestra absoluta solidaridad con los compañeros de países vecinos (Brasil, Cuba, Bolivia, Perú, México), integrantes de las organizaciones de educadores latinoamericanos María Niurka González Orberá (SNTECD, Cuba), Fernando Rodal Mac-Leal (CEA, Uruguay), Jaime Juárez Ángulo (FENDUP, Perú), Catia Cilene Farago (SINASEFE, Brasil), María Clotilde Lemos Pitta (CONTEE, Brasil), Rodrigo Rodríguez Arze (CUD, Bolivia), Alberto Escalera (CUD, Bolivia), Paulo João (FASUBRA, Brasil), Jorge Guevara Lozada (SNTE, México), Ramón García Alvizo (SNTE, México), José Luis Pérez Márquez (SNTE, México), quienes, de primera mano, relataron las dificultades que sus pueblos están padeciendo ante la avanzada neoliberal que afecta a América Latina. En especial manifestamos nuestro apoyo a los compañeros de Bolivia, que atraviesa momentos muy difíciles luego del golpe de estado perpetrado por la derecha.