La desaparición forzada del joven Santiago Maldonado el pasado 1° de agosto en la localidad de Esquel cuando acompañaba las protestas de las comunidades mapuches pone en evidencia nuevamente las políticas de privación de derechos de este gobierno al que sólo le queda la represión como metodología para acallar manifestaciones de todos los trabajadores y de la comunidad en general.
No sólo repudiamos estas prácticas sino que nos retrotraen a épocas nefastas de nuestra historia.
La unidad de los trabajadores/as y de los sectores populares es la herramienta que nos va a permitir frenar este modelo político – económico represor, ajustador y que avasalla derechos fundamentales.
Los invitamos a participar en las distintas convocatorias que se realicen en las sedes para estar en alerta y protegidos ante probables acciones que amenazan nuestra libertad.
Nos unimos en Bariloche, en el reclamo de los familiares de Santiago acompañándolos en la marcha del 11 de agosto junto con las organizaciones defensoras de los derechos humanos, otras organizaciones gremiales y sociales.
Para impedir que sigan avasallando derechos tan básicos como la libertad de expresión y de acción de los ciudadanos.