Desde la Federación de Docentes de las Universidades repudiamos los actos de espionaje interno denunciados por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que habrían sido realizados por ese mismo organismo durante el gobierno de Mauricio Macri, en una clara afrenta contra la democracia.
Entre las 500 personas que habrían sido espiadas por la AFI durante la gestión pasada, se cuentan políticos tanto oficialistas como opositores, periodistas, dirigentes sindicales, docentes e investigadores e intelectuales.
Los argentinos hemos luchado durante muchos años a través de nuestra historia para lograr consolidar la vida democrática, y consideramos que, si se comprueba este accionar ilegal que atenta contra la vida democrática del país, la pluralidad de ideas y el respeto a la libertad, el Estado de Derecho y las garantías constitucionales, la sociedad toda debe llevar adelante el más enérgico repudio.
Exigimos a la Justicia que se aboque a investigar esta causa, para que los responsables de estas viles maniobras antidemocráticas sean sancionados con la mayor severidad de nuestras leyes.
Como ciudadanos, es nuestro derecho poder estar seguros de que nuestras fuerzas de seguridad y las agencias del Estado están al servicio de la sociedad, y no temer que políticos corruptos e inescrupulosos las utilicen para la persecución de personas por sus ideas o su actividad política, gremial o académica.
Como docentes universitarios, debemos cumplir y hacer cumplir los estatutos de las universidades, que contemplan la férrea defensa de la democracia y de su defensa. Por eso, llamamos a toda la comunidad universitaria a pronunciarse contra estos actos de espionaje.
Como representantes sindicales, queremos transmitir que tal persecución no nos amedrenta, sino, por el contrario, refuerza exponencialmente nuestro compromiso con la causa y los derechos de los trabajadores. Apoyaremos todas las acciones necesarias hasta que, a través de la justicia, se encuentre y se condene a los responsables de este accionar delictivo.
