A pesar de la blindaje mediático con el que cuenta el Gobierno Nacional, en reiteradas ocasiones ha quedado en evidencia la burda manipulación de los indicadores económicos y las interpretaciones forzadas, que parten del supuesto de los argentinos creemos “frases hechas”.
Ahora, en un nuevo intento de negar la crisis y reafirmando la principal falacia de “crecimiento económico” los partidos que conforman la alianza Cambiemos elaboraron un informe sobre sus tres años de gestión, que se basa en datos que se contradicen fácilmente con los hechos reales y que no resisten contraste con los años anteriores.
A continuación, compartimos algunos de los puntos, relevados por CETyD, que no se condicen con la realidad:
Durante su último discurso en la Apertura de Sesiones Ordinarias, Macri aseguró que durante los últimos dos años y medio “creció la economía, bajó la inflación, aumentó la inversión y las exportaciones, bajó la pobreza” y, con total impunidad, confirmó “creamos 700 mil puestos de trabajo“.
Retomando esta falacia, el informe de Cambiemos sostiene que en diciembre de 2015 el mercado laboral llevaba «cuatro años de estancamiento». Sin embargo, los datos registrados sobre empleo en el sector privado demuestran que éste creció un 4% entre 2011 y 2015. Si bien esta expansión es moderada, resulta que más que destacable en relación al 0% de variación entre 2015 y 2018.
El trabajo informal no escapa a las mentiras del Gobierno, desde donde se sostiene que buscaron “aumentar la efectividad y el impacto de nuestra política en materia de registración” de trabajadores, aunque la informalidad laboral creció sistemáticamente entre 2016 y 2018, luego de 11 años durante los cuales cayó.
El vínculo entre igualdad de género y trabajo también se ve claramente afectado por la crisis económica. Si bien el informe de Cambiemos sostiene que uno de los principales desafíos es reducir la desigualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral, tal como demuestra el informe de UNSAM, IDAES y CETyD, el peso de la crisis actual lo están cargando las mujeres.
En línea con estas afirmaciones, hacen particular hincapié en la relevancia de la productividad como instrumento para el desarrollo y la creación de empleo, pero evitan mencionar que, según datos del propio INDEC, entre 2016 y 2018 la productividad laboral cayó un 5%.
Además, respecto de sus relaciones con los actores sociales, en el informe se sostiene que “el Gobierno buscó crear espacios de diálogo constante con los principales actores de la economía”. Sin embargo, en contradicción con estas afirmaciones, se eliminó la Paritaria Nacional Docente y el gobierno decidió unilateralmente el valor del salario mínimo en los 2 últimos años. Por otro lado, “La negociación colectiva empezó a ser distinta” –según el informe- porque los convenios empezaron a incluir cláusulas de productividad. Sin embargo, el porcentaje de convenios que incorporaron ese tipo de cláusulas es prácticamente el mismo que durante 2013-2015.
Finalmente, respecto de los desafíos que destacan, plantean que hay que “hacer foco en la capacitación de las personas”. Sin embargo, los datos demuestran que los recursos destinados a la formación profesional se redujeron a la mitad en 2019 respecto de 2018.
