La Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) junto con la totalidad de los gremios de base que la conforman, repudiamos el ilegal, arbitrario y antisindical despido de nuestro compañero Oscar Atienza, miembro de la Comisión Directiva de nuestra Federación y Secretario General de la Unión de Docentes Universitarios y Preuniversitarios de Córdoba (UDUPCOR), gremio integrante de la FEDUN.
Atienza, junto a muchos docentes y estudiantes de la Facultad de Medicina de esa Universidad, sufren la persecución y la violencia institucional por parte de la autoridades de esa casa de estudio.
Consideramos que este tipo de acciones constituyen un acto digno de políticas antidemocráticas, similares a las llevadas a cabo por una dictadura militar.
Resulta, además, lamentable que estos hechos ocurran en la universidad que fue cuna de la Reforma Universitaria de 1918, acontecimiento político que tuvo entre sus principales objetivos salvaguardar los derechos de los miembros de la comunidad universitaria de actitudes despóticas como esta a que hoy se repite.
Desde la FEDUN repudiamos estas acciones ilegales y pre-reformistas instigadas por el Decano de la Facultad de Medicina de dicha universidad, que no respetan al gremio que defiende los derechos de los trabajadores, ni la debida pluralidad sindical que su existencia representa.
Compartimos las palabras de Oscar Atienza que testimonian la realidad de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Córdoba:
Desde hace 10 años que la facultad de Ciencias Médicas está sumergida en un manto de violencia institucional con acoso laboral hacia sus ciudadanos. Esta práctica de castigos hacia quienes transitamos la vida de la facultad se transmite desde la cabeza hacia abajo, siendo el estudiante el último en la cadena que recibe ese mensaje, una facultad que ha sido tomada por la no ciencia y la no academia, historias de persecución con premios hacia quienes hostigan. Un ejemplo claro es el de los estudiantes de posgrados. En este momento en el Hospital Nacional de Clínicas tenemos una situación con algunos servicios donde los estudiantes se quejan y reciben amenazas y castigos, siendo obligados a asistir actividades a las que claramente no quieren asistir porque son maltratados y acosados. Este caso, que está siendo denunciado desde hace más de 4 años, es el caso puntual del posgrado de psiquiatría donde sus estudiantes denuncian acoso laboral y hostigamiento de los docentes y como premio le entregan al docente hostigador una cátedra, nombrándolo titular de cátedra paralela a la actual a partir de marzo. Es una facultad que premia a los acosadores.
En mi caso particular, soy secretario general de UDUPCOR, y en el mes de octubre, fui dejado cesante de mi cargo solo por denunciar este tipo de situaciones. Este tipo de prácticas son frecuentes y comunes en una gestión llena de violencia. Otros casos de la misma facultad donde tenemos perimetrales impuestas por la justicia para salvaguardar a no docentes que son perseguidos y hostigados en sus trabajos.
Tenemos casos de estudiantes que sufren crisis de pánico, depresión y angustia cuando van a rendir y eso debe terminar. El caso más paradigmático es la cátedra de Parasitología, es el caso más grave de todas las cátedras. Casualmente el titular fue el padre del decano actual y, en este momento, el titular de esa cátedra es el decano Rogelio Pizzi. Esta cátedra se caracteriza por un alto índice de aplazos que no tienen nada que ver con el nivel del estudiante sino con una práctica misógina y de mobbing hacia los estudiantes que deben rendir hasta 10 veces la materia para ser aprobada y, reitero, no tiene nada que ver con el nivel del estudiantes sino con una práctica violenta desde la institución hacia sus ciudadanos.
Nosotros hemos denunciado públicamente estas prácticas medievales y en muchos de los casos terminan cubiertos por ellos mismos que, encerrados en una gestión autoritaria, castigan y persiguen a quienes piensan distinto o reclaman por este tipo de situaciones.
Los estudiantes optan por la denuncia pública porque los mecanismos que tiene la facultad no son amigables con sus ciudadanos, por lo que cuando esto toma estado público es porque fracasó lo administrativo.
Prof. Dr. Oscar Atienza