Manifestamos profunda preocupación por el reciente anuncio del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, sobre el comienzo de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional en busca de un blindaje financiero, con la excusa de “evitar una crisis” que el mismo Gobierno generó, a raíz de un desmanejo de la economía y la aplicación de políticas de transferencia de recursos hacia los sectores concentrados y de especulación financiera.
La historia reciente nos mostró de la peor manera cuáles son las consecuencias de los acuerdos de “ayuda” financiera por parte del FMI. La contrapartida de estos préstamos implica pérdida de la soberanía económica y pérdida de derechos para los trabajadores, a través de severos ajustes, flexibilización laboral y avance en la privatización de las jubilaciones. Un acuerdo con el FMI es menos salud, menos educación y menos obra pública.
Tal como ya lo vivimos en la década de los ’90 con el menemismo, y luego durante el Gobierno de De la Rúa, esto no genera más que inestabilidad, desempleo, exclusión, y amplía hasta el abismo la brecha entre ricos y pobres. En todo ese proceso, corralito mediante, destruyó la clase media.
El FMI presta dólares a cambio de un estricto control que limita la marcha de la economía según las pautas acordadas para recibir el préstamo contingente. Y el Gobierno debe ajustarse a ellas cueste lo que cueste. Siempre los trabajadores y la clase media son los que padecen los ajustes.
Aún tenemos grabado a fuego el recuerdo del Ministro de Economía, Domingo Cavallo, mandándonos a lavar los platos. Tenemos muy presente el recorte del 13 por ciento al salario por parte de la entonces Ministra de Trabajo en el gobierno de la Alianza, y actual Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Y esto es por mencionar solo dos de los muchos y nefastos antecedentes.
Desde la FEDUN rechazamos el rumbo económico que tomó el Gobierno y el acuerdo con el FMI, y llamamos a todos a unirnos para contrarrestar un avance sobre los derechos de los trabajadores y trabajadoras docentes.