Bajo el titulo Ley Micaela y Docencia Universitaria, el Sindicato de Docentes de la Universidad Nacional de Río Negro (SIDUNRN) propone visibilizar las violencias patriarcales en la docencia universitaria y la necesidad de formar(nos) los/as docentes en el marco de la Ley Micaela. La capacitación está dirigida a afiliados/as al Sindicato.
Consultas e inscripción: sindicatodocenteunrn@gmail.com
Desde SIDUNRN damos cuenta que nuestra Universidad, al igual que muchas otras instituciones, requieren pensarse con perspectiva de género, y que esta necesidad reside en cuestiones simbólicas y también en cuestiones concretas que nos atraviesan como docentes.
Las licencias igualitarias por nacimiento y por cuidados son un emergente en los compañeros y compañeras, al igual que distintos dispositivos de evaluación que se sostienen en la universidad en un escenario de pandemia en el cual nos encontramos trabajando con nuestras familias en casa.
Por otro lado somos víctimas de estereotipos, encasillamientos, de malos tratos y violencia verbal por parte de docentes que se amparan en la libertad de cátedra. Las mujeres y disidencias además somos invisibilizadas como profesionales, en las bibliografías, en los diagnósticos de las ciencias de la salud, y los programas y proyectos de géneros no son parte de la comunicación institucional o lo son parcialmente.
– Las razones de la Ley Micaela como capacitación obligatoria en todas las estructuras del Estado. Laura Iturbide y Marina García Barros
– Tipos de violencias y las modalidades tipificadas en la Ley 26485:
– Violencia Institucional: análisis de las licencias desiguales entre varones y mujeres por maternidad y cuidados. Ana Constanzo y Mariana Savarese
– Violencia Simbólica: análisis de las desigualdades de géneros que se construyen en los armados de bibliografía, de diagnósticos androcéntricos y sus consecuencias. Mónica Zanchin y Pedro Musavic.
– La importancia del rol sindical/debates universitarios y estrategias colectivas contra las violencias de género. Patricia Ivanchi, Pablo Franceschi y Fernanda Cortés.
